Agosto 23 2017 por Nicolas
En este artículo proponemos el testimonio neófito de nuestro veterinario Luca Omini y administrador del grupo de Facebook Aquarium How to Do. Ahora Luca tiene varios tanques (entre dulces y salados) de los cuales uno de 1200 litros netos, pero como todos nosotros tuvo que empezar antes de convertirse en un experto acuarista. Este artículo ha sido escrito para dar esperanza a todas aquellas personas que se acercan al mundo de los acuarios y en el primer obstáculo se rinden porque tal vez no se sienten con ganas.
Tabla de contenidos
Cómo empieza la pasión por el acuario
La pasión empieza con una pequeña chispa la foto que se ve en una revista un post deambulando por internet o buceando en un mar tropical. El hecho es que en un cierto punto de nuestra vida viene la iluminación: PUEDO HACER UN ACUARIO . Pasamos horas y horas haciendo investigaciones ligeras estudiando el ciclo del nitrógeno hasta que llegamos al primer tanque, normalmente de agua dulce. Pronto el entusiasmo inicial alimentado por las imágenes de esos fantásticos tanques vistos en las fotos da paso a la desesperación. Cuando llegan las primeras algas filamentosas y a pesar de todas las pruebas posibles e imaginables, estos malditos no quieren irse.
En este punto tendremos un tanque provisto de los conceptos de la sección dorada pero que parece el pantano negro del monstruo homónimo.
Ver el espectáculo de cerca no es ciertamente mejor…
Algas: el enemigo público No. 1 para el neófito
Así que empecé a leer todo el conocimiento humano sobre las algas y la biología en un tanque de agua dulce y me di cuenta de varias cosas:
La solución
Así que a la luz de todos estos reflejos experimenté algo inusual. Empecé a oxigenar el agua pero no con un aireador normal que tiene una eficiencia igual a cero: Coloqué la salida de aire delante de la aspiración de la bomba centrífuga (sobredimensionada respecto a mis necesidades reales) y luego instalé una válvula en el tubo de salida.
cerrando la válvula creé un aumento de presión aguas arriba de la misma favoreciendo por la ley de Bernoulli la disolución del oxígeno en el agua.
Finalmente empecé a administrar carbono orgánico en forma de azúcar común.
Increíblemente noté en unas pocas semanas la desaparición total de las algas y un crecimiento saludable de peces y plantas y como consecuencia de la reducción a cero de los contaminantes orgánicos dejé de hacer cambios en el agua.
No será el tanque más hermoso en circulación pero me dio más de una satisfacción.
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